¿Realidad o ficción?
Cuando terminamos de ver películas como Matrix o El Show de Truman es inevitable cuestionarse ¿lo que he vivido hasta ahora es mi realidad en sí o algo que me han hecho creer?. Hilary Putman habla de un “diabólico científico” que mantiene nuestros cerebros en una cubeta y nos hace sentir cosas que no pasan realmente, Matrix de un arquitecto que es el principio de todo y El Show de Truman de un director de televisión que idea un mundo para un determinado personaje. En mi opinión todos estos personajes coinciden en un mismo punto: un Creador (no tiene por qué ser el cristiano, el árabe, etc) que nos oculta la verdadera realidad.
Sólo con formularnos la pregunta ¿realidad o ficción? se produce un eco en nuestra mente que retumba sin respuesta y que se nos escapa de las manos. Como afirmaría Descartes (dudó de todo para encontrar algo en lo que no dudar), es precisamente esa sensación de duda, de no obtener respuesta, lo que hace evidente que de lo único de lo que no puedo dudar es de que estoy dudando. Si estoy dudando es porque pienso en una posible inexistencia de las cosas, en la realidad de las mismas. Es precisamente esa conciencia que tengo de pensar en dudar de la realidad lo que me cerciora de que mi realidad no es ficción.
Por otra parte si queremos darle una vuelta de tuerca más a nuestra pregunta, aparece la figura de David Hume. Puesto que no tenemos impresiones de otra posible realidad no hay por qué creer que existe, pero tampoco podemos estar seguros de que la realidad vivida hasta ahora se vaya repetir mañana o dentro de un mes.
Llegados a este punto se me vienen a la cabeza Platón y Kant. El primero distingue dos mundos uno donde está la VERDAD-REALIDAD y otro donde está la aparente realidad. No debemos conformarnos con el conocimiento de nuestros sentidos puesto que nos confunden y sí fiarnos de la razón que nos llevará a la verdadera realidad. Kant sostiene que no tenemos certeza de la realidad en sí sólo de una parte de ella. Es más afirma que nunca podremos llegar a conocer toda la realidad.
Lo que saco en conclusión es que mi pensamiento es libre (aunque influenciado por muchas circunstancias) y dentro de él nadie puede decirme cómo actuar o que tengo que sentir. Las cosas a veces son más sencillas de lo que creemos y formularnos preguntas como ¿realidad o ficción? es parte de la naturaleza del ser humano. Yo desde luego me quedo con Descartes COGITO, ERGO SUM (pienso, luego existo) aunque con ello sólo consiga saber que no soy un cerebro en una cubeta y me quede sin conocer parte de la realidad.
2 comentarios
Carre -
Por cierto, este finde a be**r como lo que somos, unos bo****hos. Jeje, ¡¡¡a ver si me dejas algo en mi blog MIKEL!!!
ramon -
Sigue con esto, Miguel. Ánimo.
Un saludo.